Orlando Zapata Tamayo fue enterrado este jueves en medio de una fuerte custodia policial por parte de la Seguridad del Estado cubana. Sus restos fueron enterrados en el Cementerio Sur de Banes, Holguín (este de Cuba). Su madre, Reina Luisa Tamayo, aseguró a medios de prensa internacionales que “veintipico de sicarios sitiaron durante toda la noche” la vivienda donde se llevó a cabo el velorio, mientras decenas de represores impedían el acceso a la misma. Pese a la represión del régimen y el hecho de que “las fuerzas de seguridad cubanas lograron cortar la carretera completa para impedir que disidentes y vecinos acompañaran a la familia durante el sepelio”, según informó Europa Press, más de un centenar de ellos lograron llegar a la casa y acompañar a la mujer en el funeral.
“A la caravana, que tuvo como destino el también conocido cementerio de La Güira, se sumaron más personas hasta pasar fácilmente de las 100, mientras seguían custodiados por más de 50 autoridades del Estado sin que se produjeran hechos de violencia”, precisó la agencia de noticias.
El entierro se llevó a cabo poco antes de las 08.00 horas de este jueves, tras rechazar la familia del opositor asesinado las presiones del régimen para adelantar el sepelio al miércoles en la noche.
Zapata, de 42 años, fue uno de los 75 detenidos durante la oleada represiva de la Primavera Negra de 2003. Dejó de ingerir alimentos el pasado 3 de diciembre para protestar por los abusos y palizas que recibían los presos políticos en la cárcel de Kilo 8, en la provincia de Camagüey. A Zapata se le privó de agua durante 18 días y le fueron requisados, previamente, los alimentos que su madre le enviaba a prisión cada tres meses.
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