Orlando Zapata Tamayo

Orlando Zapata Tamayo nació el 15 de mayo de 1967, en Santiago de Cuba. Hombre sencillo, de origen humilde, se desempeñó laboralmente como albañil y plomero antes de radicarse en La Habana e ingresar a la disidencia. En abril de 2002 fundó en la capital cubana, junto a otros opositores pacíficos, el Movimiento Alternativa Republicana, y fue uno de los promotores de la popular Peña del Parque Central, en la que se discutían abiertamente temas sensibles del acontecer nacional. El 6 de diciembre de ese mismo año fue arrestado por la policía política, bajo cargos de “desacato”, y el 20 de marzo de 2003, apenas 13 días después de ser liberado, volvió a ser detenido, en el marco de la ola represiva conocida como Primavera Negra de Cuba, tras la cual 75 opositores y periodistas independientes fueron arbitrariamente condenados a decenas de años de prisión. Zapata fue sentenciado el 18 de mayo de 2004 a tres años de cárcel, pero su actitud contestataria y su defensa de los derechos humanos en cautiverio le valieron sucesivos juicios sumarios, hasta sumar 36 años de condena.

A principios de diciembre de 2009, Zapata Tamayo, quien ya había realizado varias huelgas de hambre, comenzó la última de ellas en la prisión Kilo 8, de Camagüey, en protesta por los tratos crueles, inhumanos y degradantes a los que estaban siendo sometidos él mismo y otros presos de conciencia. La reacción de sus carceleros fue violenta, llegando incluso a negarle el agua durante varios días. El 16 de febrero de 2010, ya en estado grave, fue trasladado a La Habana, donde falleció el 23 de febrero, a sus 42 años de edad. Aunque no pocos presos políticos han muerto en las cárceles castristas en el último medio siglo, tras realizar huelgas de hambre, su inmolación ha puesto rostro nuevo a la tragedia de la sociedad civil cubana, carente de los más elementales derechos humanos y/o civiles. La muerte de Zapata, que en vida se entregó en cuerpo y alma a la causa de la libertad de Cuba, se ha convertido en un símbolo de resistencia para quienes se arriesgan a disentir en la Isla, para quienes defienden los derechos de los cubanos en todo el mundo.