Las golpizas y los malos tratos contra los prisioneros políticos cubanos aumentan día a día, así como las inhumanas condiciones en que los mismos sobreviven en las cárceles castristas.
Agustín Cervantes García, líder del Movimiento Cristiano Liberación en Santiago de Cuba y que cumple condena arbitraria de dos años en la prisión de Aguadores en esa provincia, “fue sacado violentamente de su galera, esposado con los brazos doblados en la espalda y maltratado físicamente, sólo por pedir atención médica”, reporta el Movimiento Cristiano Liberación. “Después lo llevaron a la enfermería, pero la enfermera dijo que no tenía nada para los dolores y no atendió las golpeaduras que recibió”.
Por su parte, el prisionero político Orlando Zapata Tamayo, en la Sala de Penados del Hospital Amalia Simone, en Camagüey, permanece al borde de la muerte, tras una huelga de hambre de varias semanas a la que se decidió a consecuencia de las inhumanas condiciones carcelarias en las que sobrevivían él y otros presos de consciencia.
También es un reflejo de los tratos crueles, inhumanos y degradantes que sufren los presos políticos cubanos la situación de Ariel Sigler Amaya, de quien su hermano, Miguel Sigler Amaya, ha dicho que está siendo asesinado en cámara lenta por “la mafia terrorista de los hermanos Castro”. Ariel Sigler, quien ha perdido decenas de libras de peso corporal en apenas un año y medio, semeja en estos momentos un cadáver en vida. Y su hermano se pregunta:
“¿Cuántas enfermedades les han sido suministradas e inducidas, en complicidad entre los médicos para-militares y la Seguridad del Estado Cubano, con el objetivo de asesinarlo lentamente?”.
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