miércoles, 26 de diciembre de 2012

Como una canción de Chavela Vargas

Chavela Vargas
“Resulta impronunciable la palabra revolución para designar un régimen de recambio de generales y tecnócratas que no consiguen que algo les salga bien. Y es  más humillante el yugo desde que Fidel Castro no está al mando. Las dictaduras carismáticas, si no se veneran, al menos con su mística terrible salvan un poco la honra de los sometidos. Y eso que el estalinismo castrista, para bochorno de sus víctimas --que  somos todos, también los victimarios--,  de tan cheo y cursi, resultó  ridículo.  Por eso apena más que dure tanto esta dictadura cirquera y maniguera.

“Es peor el bochorno desde que somos rehenes de un régimen de militares, tecnócratas y aparatchiks  que abusan de la  institucionalidad de utilería mientras apuestan por el socialismo de mercado, ponen caras de chinos y juegan a la ruleta rusa con pistolita de agua. ¡Vaya merienda de locos!

“Lo que vino es otra cosa, no la revolución. Y tampoco es bueno. Para nada. Allá quien se conforme con los timbiriches, los arrendamientos de marabusales y los  puestos con viandas y verduras para quien pueda pagarlos. La revolución --llamémosla así para no contradecir las rutinas y tener el consuelo de ser las víctimas de toda la vida de un cataclismo histórico y no de una pandilla de patanes-- se acaba triste, ronca y desolada, como una canción de Chavela Vargas”.

Luis Cino en su blog


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